Esta reducción del número de consultas redunda en un mejor servicio a ofrecer por el profesional sanitario frente a la alta demanda por parte de los usuarios, pero de momento sigue habiendo un alto contenido administrativo en las consultas de los profesionales.
Como podemos ver, la receta electrónica si bien no es la panacea que soluciona los problemas del sistema sanitario, sí que está en el buen camino. No podemos esperar encontrar una solución única al problema, así que debemos de ir avanzando paso a paso en el buen camino: este puede ser una de los pilares...
Extremadura se une al grupo de CCAA que han instaurado la receta electrónica, como Catalunya o País Vasco entre otras, las cuales han demostrado que esta medida les libera de parte de la carga administrativa a la vez que asegura el tratamiento de la información médica así como poder compartir la misma entre diferentes actores del sistema de salud. A
Ahora solo falta el poder compartirlo entre todos los actores. Para eso hará falta desarrollar los sistemas de información transversales y únicos donde todos los sistemas de provisión de salud y sanidad, indiferentemente de la propiedad de los mismos (pública o privada), al menos los de financiación pública, puedan utilizarse como plataforma de registro y utilización de toda la información sanitaria de cada ciudadano.
Lo siento pero esto no es ciencia ficción sino interés por el bien común...